Encima de la mesa se escriben las ideas

que merodean en el interior de la cabeza,

peces que nadan,

aves que vuelan,

canes que ladran,

serpientes que serpentean,

abejas que aletean,

lobos que aúllan,

tigres de zarpas que rasgan,

una mujer ante la cuna que sonríe

al niño que la sueña en la noche oscura,

un verso aún vacío,

un faraón que no conoció al lince,

mil renglones infinitos

son todos los que me quedan por escribirte.

Es un mundo que no cesa

roto

este en el que sentado piensa

en esbozos

el lápiz sin loterías que no aciertan.

Empezando a pensar en grafito ya escrito

vine a delinear cinco versos

escritos los cinco ya hace tiempo,

ideas que fluyen

yema a yema,

los dedos se agarrotan

por el verso trece veces repetido en bucle

que llena de placer el cerebro

hasta que el cerebro lo soporta,

en un descanso una estrofa entera

es gozo de los derretidos sesos,

unos pocos días

o unos minutos que se llenan de poema,

ahora hechas tuyas

las mías

lee las regaladas letras

y si ves que tal, disfrútalas.

Muchos saludos,

si vuelves a ver que tal

escribe tú también un mundo.