La esperanza de Silvia y Marcos
Había una vez una niña con su hermano pequeño. Se fueron al bosque a recoger manzanas y setas para hacer unos pasteles deliciosos. Cuando estaban volviendo a casa se encontraron a un perrito abandonado. Se lo llevaron en la cesta a su casa pero, cuando llegaron, su madre les dijo: ¡Silvia y Marcos, sacar al perro de mi casa! Sabéis que a mí no me gustan los perros ¿De dónde lo habéis sacado?” “Mamá, nos lo hemos encontrado en el bosque cuando estábamos recogiendo manzanas y setas ¿Nos lo podemos quedar, por favor? Nos haremos cargo de él, mamá.”, contestaron los niños.
La madre continuó: “No os lo permitiré. Si os lo queréis quedar tenéis que hacer lo siguiente: hacer la cama todos los días, fregar los platos, estudiar, ayudarme a hacer los trabajos de la casa y portaros muy bien. Espero que todo eso se cumpla. Si todo eso se cumple os doy mi palabra de que os dejo tener al perro en casa, pero si no se cumple no tendréis vuestra recompensa.” “Vale, mamá, lo cumpliremos”, respondieron. “Esa es mi esperanza”, concluyó su madre.
Un día, cuando Silvia y Marcos salieron a buscar al perro, no lo encontraron. Se fueron corriendo a su casa y le dijeron a su madre que no encontraban al perro, entonces su madre fue a la perrera a comprarles un perro para cada uno. La madre volvió a casa y no encontró a Marcos y a Silvia y fueron a la policía a denunciar la desaparición de los niños. Rápidamente, la policía comenzó a buscar a los niños. Cuando entraron por un callejón encontraron a Marcos, y le dijo que Silvia se fue de casa para buscar al perro y que Marcos siguió a Silvia para buscar al perro. La madre se puso a buscar a Silvia en el bosque. Cuando la madre de Silvia vio una casa se acercó y llamó a la puerta. Allí encontró a Silvia desmayada. Su madre la llevó corriendo al hospital. En el hospital le dijeron que su hija se desmayó por culpa de un veneno. Y le dijeron que si seguía así iba a entrar en coma pero la madre le dijo que iba a hacer todo lo posible. Entonces Silvia le dijo que buscaran al perro y la madre rápidamente fue a buscar al perro. La madre lo encontró a la salida del hospital y se lo llevó a la sala donde estaba Silvia. Y, como con el perro se sentía mejor, entonces el tratamiento fue mejorando y Silvia ya pudo jugar con su perro y Marcos también tuvo otro.
Jihan y Samuel, 6ºB